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CUARENTENA O MORIR DE HAMBRE, LA DIFÍCIL ENCRUCIJADA DE VENDEDORES DE PLAYA

  • Por Diario Objetivo
  • 03/04/2020
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*A partir de las 8 de la noche de ayer se prohibió el acceso a la bahía de Acapulco, pese a que ambulantes no cuentan con ninguna ayuda económica; hasta anoche se reportaban 1,510 contagios y 50 muertes en todo el país; el puerto es el municipio más afectado de Guerrero, con 14 casos confirmados, uno de ellos falleció

Por Rangel Ventura/Enviado Especial

Acapulco de Juárez, Gro., 02 de Abril de 2020.- «¡Campechanas! ¿Unas pescadillas?», ofrece sonriente Jorge exhibiendo una bandeja de mariscos y cócteles frutales a los pocos turistas que todavía pasean por la playa Hamacas frente al Asta Bandera, una de las postales más famosas en Acapulco.

A partir de ayer jueves a las 8 de la noche, el movimiento deberá desaparecer por completo, porque entró en vigencia la prohibición de circular en las playas y se impedirá la entrada a cruceros hasta el próximo 30 de abril, para evitar la propagación del coronavirus.

Es un verdadero desafío para una ciudad de clima cálido que adora la vida al aire libre y el contacto social cercano y que además de los besos y abrazos, verá restringido el funcionamiento de bares y restaurantes.

“Mientras pueda, voy a seguir viniendo a vender. Todavía no pienso qué voy a hacer (cuando cierren la playa)”, dijo don Jesús mientras ofrece playeras, pocas horas después de que anunciaran la medida.

Para los trabajadores informales como él, que no poseen ninguna protección contra problemas que les impidan salir a trabajar, el gobierno federal no ha anunciado ningún plan de rescate económico o algún apoyo especial para que sobrevivan durante la cuarentena decretada.

“¿Qué voy a hacer con estas despensas? No da ni para una semana”, asegura don Jesús, que tiene 55 años y el cuerpo bronceado de trabajar en la playa desde hace 22, al mostrarle a este periodista fotografías de su viejo celular, sobre una pequeña despensa que un político le hizo llegar, y del cual dijo no recordar su nombre.

En Guerrero, ocho de cada 10 trabajadores laboran en el sector informal y la cifra rebasa la media nacional de 5.7 personas, indican datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

– «Mejor poco que nada» –

«No es que yo sea mal agradecido, pero esa despensa no vale ni 300 pesos, y la verdad si hubiera gente yo sacaría el doble de esa cantidad en un sábado o domingo. Y si fueran vacaciones hasta cuatro veces más diarios”, coincide doña Inés Santiago, sin quitar los ojos de los escasos clientes potenciales que circulan cerca su improvisado negocio “caminante” de artesanías.

La ocupación hotelera pasó de 94% el 15 de marzo a un 5.7% esta semana, cuando los casos confirmados de coronavirus aumentaron considerablemente en México y en Acapulco, donde ya se confirmó la primera muerte.

México, con más de 129 millones de habitantes, confirmó hasta el momento 1,510 contagios y 50 muertes en todo el país. Acapulco es el municipio más afectado, con la mayoría de casos confirmados con 13 y 1 fallecido. Hay 4 casos en Chilpancingo, 2 en Taxco, 1 en Tixtla y 1 en San Marcos.

Mientras juega con su bebé en brazos que ríe felizmente al tocar por primera vez la cálida agua de esta bahía, un visitante de la ciudad de Puebla explica las precauciones que él y su familia están tomando contra el virus en su estancia en Acapulco: «Nos lavamos las manos después de cada contacto e intentamos mantener distancia con las personas».

Afortunadamente, se encuentran en la recta final de sus vacaciones y no enfrentaron restricciones para circular desde Puebla. Asegura que son las únicas vacaciones con las que cuenta cada año y por eso no quiso suspenderlas.

«No sé si lo habríamos disfrutado más con la ciudad más llena. Llegamos hace cuatro días, ha estado agradable y tranquila la playa, aunque los centros comerciales y los restantes de cadena están cerrados, aun así disfrutamos Acapulco», afirma el turista que ante la insistencia del reportero, no accede a proporcionar su nombre.

Y salvo que las autopistas del Sol y Siglo XXI sufran alteraciones, volverán a casa el sábado, “mi familia a encerrarse y yo a seguir trabajando, porque como te dije, aún con la crisis sanitaria, nosotros no paramos”, desliza mientras solo se limita a decir que labora en una automotriz.

Para una pareja de jóvenes que observaban con desaprobación desde lejos la entrevista, impedir el acceso a la playa es la única forma de evitar aglomeraciones.

«Muchos acapulqueños piensan que es solo una gripe, que no llegará aquí tan fuerte como en otros países. Incluso hay quien no cree en la enfermedad y dicen que es invento del gobierno. Y eso da miedo, porque estamos viendo lo que ocurre afuera y lo mismo debería ocurrir aquí, debemos prevenirnos», dicen antes de colocarse nuevamente el tapabocas en el inmenso calor de Acapulco. (Por Rangel Ventura/Enviado Especial)

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