David Gómez Ochoa originario de El Cacao, municipio de Atoyac de Álvarez, llegó a la cabecera municipio cuando era muy joven y le gustaba andar en las calles de esta cabecera municipal, sobre todo cuando había velorios.
David era un tipo de tés morena y con un acento costeño, a pesar de que era un hombre borracho, nunca faltaba al respeto a nadie y cuando veía gente conocida decía que era su familia, sin duda se ganó el cariño de muchos y el respeto de otros tantos.
Se juntaba mucho con los demás borrachines y fue el creador del dicho «ya te traigo», esto en alusión de una vez que un borracho se vio encima de su carretilla porque él era carretillero y como no tenía mujer le tenían miedo, porque supuestamente siempre traía el “tiro arriba”.
Y le preguntaban a Calilla, ¿a dónde me llevas? y él les contestaba “No te llevo; ya te traigo”, por lo que ese dicho se hizo muy popular al igual que otros dichos que sacaba de manera improvisada.
Calilla se ganó el mote porque andaba puro de borracho y se metía en todo, pero era bien servicial en los velorios ayudaba a los dolientes a acarrear la leña o hacer mandados a la gente.
Otro dato de Calilla es que por lo desarreglado que siempre andaba y era un borrachito en ese entonces a los niños los espantaban y les decían te voy dejar con Calilla para que te lleve y te robe a lo que los niños le tenían miedo.
Cuando esos niños ya se volvían adolescentes entre un poco de miedo y valor le gritaban “Calilla estas bien Feo” a lo que él les contestaba “No, si de chiquito me usaban para Niño Dios”, era la forma de defenderse, pero jamás sin hacerle daño a nadie.
Sin duda se quedó en el recuerdo y en el corazón de mucha gente que lo vio, convivió y le reconocieron su gran labor entre la sociedad atoyaquense y hoy forma parte de la historia como icono de esta hermosa ciudad cafetalera.
Calilla falleció en otro lugar ajeno a Atoyac ya que su hermano se lo llevó y nunca lo volvimos a ver.
Por eso cuando a usted le digan eres un Calilla, es sinónimo de que eres metiche y te gusta andar en la calle.
