*Por instrucciones de un alto funcionario de la dirección de Gobernación estatal
Por Rangel Ventura
Chilpancingo de los Bravo, Gro., 16 de Febrero de 2020.- Por instrucciones de un alto funcionario de la dirección de Gobernación estatal, los padres del bebé que murió asfixiado el jueves en Acapulco, luego de “olvidarlo” por cinco horas en su vehículo, fueron dejados en libertad el viernes tras pagar una ridícula fianza.
La mañana de este viernes maestros de la CETEG, de la escuela primaria “Emiliano Zapata” ubicada en la colonia del mismo nombre del puerto, dieron una conferencia de prensa para mostrar solidaridad con los padres del menor, también miembro de la Coordinadora, donde revelaron, que el matrimonio son profesores de esa escuela y se encontraban en una reunión con autoridades educativas cuando olvidaron a su hijo, por lo que pidieron a los medios de comunicación no “satanizar” al matrimonio, y a la ciudadanía respeto y no criticarlos.
Hasta el momento la Fiscalía General del Estado no se ha pronunciado al respecto sobre la liberación de los presuntos responsables, sin embargo, de manera extraoficial se reveló que los policías ministeriales los dejaron en libertad tras recibir una llamada de un alto funcionario de la dirección de Gobernación estatal, quien ordenó que liberaran a los padres cetegistas, tras la advertencia de que “se atuvieran a las consecuencias de lo contrario”.
Como informó el jueves pasado puntualmente OBJETIVO Diario, el bebé de 10 meses de nacido murió luego que sus padres lo dejaran por cinco horas en el interior de un vehículo, en el estacionamiento del ex Ineban, informaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió a las 13:00 horas del pasado jueves, cuando fue reportado que en el estacionamiento del inmueble de las oficinas educativas ubicadas en la avenida Universidad, se había reportado un niño muerto.
El matrimonio llegó a las 8 de la mañana en un auto marca Seat tipo León color blanco de reciente modelo, y colocó al menor en la parte de atrás, luego de subir los vidrios.
El niño, de acuerdo a las pericias iniciales, murió sofocado en la silla de seguridad del vehículo debido al encierro por cinco horas y la alta temperatura que se registró en el puerto ayer, cercana a los 32 grados centígrados.
El menor fue auxiliado por paramédicos, quienes lo trasladaron de inmediato al Hospital Magallanes, pero lamentablemente murió cuando recibía atención médica.
Los padres fueron detenidos ese mismo día en el hospital privado, sin embargo, fueron liberados horas después tras imponerles una fianza económica para enfrentar su proceso en libertad, después de que la Fiscalía recibió “línea” de un alto funcionario. (Por Rangel Ventura)