Carta Aclaratoria:
Ciudad de México, a 14 de septiembre de 2021.
Lic. Carlos Olivares Rodríguez
Director General y Editor de Objetivo Diario
Presente.
Señor Director:
El pasado lunes 13 de septiembre, en su Diario aparece una nota, misma que quiero aclarar, haciendo uso del derecho de réplica que me corresponde.
Primero, fui Procurador General de Justicia y después Secretario General de Gobierno del Estado de Guerrero, del 1 de abril al 1 de noviembre de 1975, como puede ver, solo siete meses.
Sin duda me involucré en uno de los peores gobiernos que ha sufrido la entidad y al respecto, HAY PRUEBA PLENA DE QUE RENUNCIÉ porque no podía trabajar con un personaje siniestro, lleno de odio y ajeno al más elemental respeto a los derechos humanos, como lo fue Rubén Figueroa Figueroa. Precisamente por renunciar a su gobierno y oponerme a su sistema, él mismo me secuestró, fui víctima de acciones violentas cuál era su carácter y me vi obligado a exiliarme en España e insisto, sobre esto existen pruebas en diversos medios de comunicación.
Lo más importante es que, no solo me opuse a la violencia de un gobierno cuestionable e ilícito, si no que defendí en mi propio hogar a opositores de esa administración, como lo fue el propio Dr. Rosalío Wences Reza, en ese momento Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, al que Figueroa quería matar. En igualdad de condiciones protegí a familiares de guerrilleros, como Pascual Cabañas y Cuauhtémoc Cabañas, a este último lo formé como abogado y lo incorporé a mi despacho.
Para conocimiento de sus lectores, en diversidad de ocasiones, denuncié los hechos de un mal gobierno. Fracasé, fui connacional, (La Jornada) dio cuenta exacta de mi denuncia; pero como es natural, el gobierno federal, IMPLICADO en los hechos de la “Guerra Sucia”, jamás actuó, solo recibí amenazas y descalificaciones.
Lo que no me interesa es el canibalismo; camino por lo ancho y largo de mi entidad con la frente en alto y la seguridad de que las conductas provistas de mala intención jamás me afectarán, para confirmar, la inmensa cantidad de roedores aventureros de la política.
Dejo constancia de mi agradecimiento y más aún, tuve una plena simpatía por Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas, este último con quien me unió una relación histórica en el ámbito del magisterio, algo de lo que me siento orgulloso.
Señor director, soy ajeno y si contrario a la “Guerra Sucia” que tanto daño hizo.
Solo para concluir y sepa usted algo de mi soy convencido de las luchas sociales y partidario de la protesta como medio para dejar claro las infamias e injusticias, es una pena que me quieran ubicar en un mundo al que no pertenezco, como es el de los represores, corruptos, advenedizos y francotiradores llenos de amargura, como suele pasar cuando hay un triunfador; soy y seré un respetable profesor con más de 50 años de docencia, autor de el mayor número de libros jurídicos y Decano de los Profesores en mi Institución, la UNAM.
Respecto al tema tan delicado sobre acoso que toca, es indispensable que, para hablar, se reclamen pruebas; no he sido, ni seré condenado por delito alguno de carácter sexual; por el contrario, hay una señora, esposa del diputado Javier Uriel Aguirre Valenciana, que en el desempeño de su trabajo al servicio de Alfonso Ramírez Cuellar y Raúl Contreras Bustamante, consistente en desprestigiarme, sistemáticamente desde hace ya dos años, se presenta como víctima. Le anexo la constancia por la cual se le ordena ministerialmente no se me acerque y mucho menos me siga agrediendo, como lo viene haciendo, pero no tiene empacho en señalar que es su trabajo, que ella a eso se dedica y por eso le pagan. Por lo que hace a la “Guerra Sucia”, le sugiero a su periodista, se ponga a investigar.
Respetuosamente.
Dr. Eduardo López Betancourt