Editorial
Al parecer, muchos maestros quieren aprovechar el inicio del ciclo-escolar para realizar las temidas “cooperaciones voluntarias” para rehabilitar sus respectivas escuelas, a un año de la suspensión de clases por la pandemia del Covid-19. Si los directivos están tan preocupados por los recursos para las instituciones que dirigen, parte de su trabajo es gestionar con el gobierno que les den lo necesario, no afectar la economía de los padres de familia. Esto no es solo el problema de los sindicatos, sino la educación de la corrupción que tiene el mexicano y que tanto daño hace al país. Lo peor es que no faltará aquí alguien que venga a defender estos terribles actos de corrupción llamados “aportaciones voluntarias”. Sin duda es visible una falla en estas “aportaciones federales” a la educación, porque permiten que otros se aprovechen de ellos. El paternalismo es hacer más grande el problema de México, la miseria humana y la miseria económica no se combaten regalando cosas; se combaten haciendo mejores estudiantes, enseñando que las cosas cuestan y que no llegan del cielo.