Editorial
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó hace unos días que el tope máximo de la pensión jubilatoria otorgada por el ISSSTE esté basado en la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y no en salarios mínimos, como se cuantifica. Es injusto que mientras varios ancianos pasaron toda una vida de trabajo, pagando puntual con la esperanza de llegar a viejo y tener asegurada una pensión para vivir y gozar de atención médica, solo consigan miserias y encima los afecten con esta medida. De por sí, la pensión que reciben la mayoría es una miseria y con recursos que no se tienen hay que pagar los tratamientos médicos. ¿Dónde están los recursos que millones de trabajadores aportaron durante 40 años? Porque hasta donde se sabe, no hay bono de retiro y menos aún finiquito que compense el tiempo dedicado a ejercer una labor. Son millones y millones los que funcionarios favorecidos por el puesto que ocupan se llevan a la cartera y, claro, van con médicos y a hospitales privados. ¿Y los demás?, nomás mirando, como el chinito.