Editorial
Los bajos salarios a jueces y policías es la principal causa de corrupción, pues los hace caer en la tentación de ganar dinero fácil al omitir pruebas o dejar ir al infractor. Habrá quienes sean la excepción, pero es una realidad la distribución de “entres” o “moches” entre personal de juzgados y los responsables de agencias del MP, así como entre policías y comandantes, salvo en época electoral. Un juez del fuero común gana mucho menos que uno federal, y por eso hay menos casos de corrupción en estos últimos, lo que nos hace pensar que también sucede lo mismo en las fuerzas policíacas. La antigua Policía Federal Preventiva, se caracterizó porque muchos resultaron cooptados por la delincuencia, en robo de autos y extorsión, por lo que esperemos que no vaya a resultar adverso con la Guardia Nacional y genere corrupción, que repercuta en la seguridad de la población.