Dice el buen amigo Alejandro Arcos Catalán, uno de los hijos políticos del exgobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, que no tiene hambre de poder y que no es la ambición lo que lo mueve, sino que por “puritititita” convicción de servirle a la gente. Habría que creer si este aprendiz de político de Chilpancingo dice la verdad; lo que sí causa mucha sospecha es que justo ahora que se avecina un proceso electoral, anda visitando a la gente de las colonias y comunidades y se toma la foto con ellos.
Después de que dejó de ser diputado local, nunca se volvió a saber nada del buen amigo Alejandro y que por cierto tuvo sus inicios en el PRI y más tarde se fue el PRD porque allá había futuro político, justo cuando Aguirre Rivero fue postulado a la gubernatura de la entidad por el partido amarillo.
Como las elecciones ya serán el próximo año, el buen amigo Alejandro Arcos ha estado visitando colonias capitalinas y comunidades, diciendo que, sin cargo alguno, ha estado ayudando a la gente y que lo único que lo mueve es su convicción de servicio a la comunidad. Cosa que no hacen otros políticos de Chilpancingo.
Si no busca un cargo de elección popular y que el trabajo que viene desarrollando no tiene tintes políticos, habría que reconocer dicho trabajo de forma desinteresada porque dice que no tiene ambiciones de poder; sino que es por puro amor al prójimo.
Pero qué es lo que busca el perredista Alejandro Arcos Catalán, a lo mejor ganar el premio nobel como ser humano más humanitario de Chilpancingo, porque ayudar a otros sin un solo interés tanto político, económico, social y de otra índole, es hacer una obra de caridad en pro de los otros, cosa que casi nadie hace; pues todos buscan fines personales o grupales, aunque digan que no tienen ambiciones o hambre de poder.
Pero el tiempo dará la razón, se verá en un futuro no muy lejano que si realmente Alejandro Arcos Catalán continúa ayudando al prójimo en el año 2022, en los tiempos que no haya elecciones o campañas electorales y si llegara a postularse un cargo de representación popular, como por ejemplo: candidato a diputado local, federal a la presidencia municipal, quedará demostrado que todo lo que ha dicho el buen amigo Alejandro Arcos, no es más que pura “falacia” y pasaría a ser igual que los demás políticos, que solo dicen ayudar a la gente únicamente en tiempos electorales y después se olvidan.