Editorial
El sueldo mensual de cada uno de los senadores mexicanos hasta el año pasado era de 117 mil 600 pesos, eso sin contar los 300 mil pesos que reciben mensualmente para gastos operativos y gestiones. Ahora, con los lineamientos de austeridad de la Cuarta Transformación, los legisladores se redujeron un 25 por ciento su salario de 117 mil 500 pesos, pero los otros beneficios continúan igual. ¡Vaya reducción! Los salarios de los funcionarios de alto rango del gobierno federal son sumamente opulentos. De hecho, si se hace un comparativo con los sueldos de legisladores de otras naciones, podremos observar que el poder adquisitivo de nuestros políticos es incluso mayor que el de los de EUA, Francia o Inglaterra. Esto se debe simplemente a que en los países antes mencionados los productos están más encarecidos que en México, pero sus salarios son sumamente similares o hasta menores a los de los mexicanos. Los altos sueldos son un lastre para el país. No es posible que casi 60 por ciento del presupuesto se destine a gasto corriente. Es necesario un cambio.
