Editorial
Es de reconocer el discurso que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su encuentro con el presidente de USA, Joe Biden y Justin Trudeau, mandatario de Canadá. “Se deben hacer a un lado mitos y prejuicios, por ejemplo, dejar de rechazar a migrantes. Para crecer, se necesita fuerza de trabajo que no se tiene con suficiencia en Estados Unidos y Canadá. ¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?”, ponderó AMLO. Si algo se criticó de expresidentes priistas y panistas, fue que no se hayan pronunciado con claridad y contundencia en defensa del honor y dignidad de los mexicanos ante los embates que sufren inmigrantes en los países del norte. La doctrina Estrada, de no interferir en la autodeterminación de los pueblos, que tanto gustaba a los priistas y panista por cómoda, no exenta a nuestro Gobierno de la obligación de defender a los mexicanos en cualquier lugar. Muchos guerrerenses tienen familias viviendo en Estados Unidos y, aunque no fuera así, a la mayoría nos consta que nuestros compatriotas buscan con honradez y trabajo duro, su sustento.