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ADOLFO LOPEZ MATEOS, ALUMNO CIRCUNSTANCIAL Y BENEFACTOR DEL INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

  • Por Diario Objetivo
  • 20/09/2021
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Por César González Guerrero

Agradezco el buen detalle de mi gran amigo y colega chilpancinguense, el prestigiado economista Ramón Carreto Soto, que en este mes patrio me hizo el obsequio y disfruté de la amena lectura del libro titulado “Adolfo López Mateos, alumno circunstancial de la ESIME y benefactor del Politécnico”, cuyo autor es otro ilustre guerrerense, mi maestro Dr. Eusebio Mendoza Ávila, el inolvidable “Chebo”.

Aprecio mucho el casual regalo de Ramón ya que coincidentemente el próximo día 22 de septiembre será el LII aniversario luctuoso del ex Presidente de México Adolfo López Mateos (1910-1969). En ese contexto me permito destacar una mínima parte de la obra educativa realizada durante su período Presidencial 1958-1964.

Desde el prólogo del libro en mención a cargo del Ing. Eugenio Méndez Docurro, egresado del IPN y ex Director General, se percata uno de la elevada calidad moral y visión profesional de quien, surgido de una familia humilde y producto de la cultura del esfuerzo, llegó ser uno de los mejores presidentes de México.

Desde su época estudiantil en el histórico Instituto Científico y Literario de Toluca, aproximadamente en el año 1926, y debido a sus facultades físicas en materia deportiva, el joven de 16 años Adolfo López Mateos, se relaciona con los estudiantes de la entonces Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas (antecedente de la actual Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Electricista), formando parte del Club de Excursionismo como alumno honorario, por azares del destino.

La vocación académica de Adolfo López Mateos se descubre desde que integra la planta docente de la Escuela Normal y del propio Instituto Científico y Literario de Toluca del cual, años después ocupa el cargo de director en 1944. Quizá por ello, durante su gobierno, la Educación fue uno de los principales sectores que trascendieron a nivel internacional, acompañado por el Maestro Jaime Torres Bodet (1902-1974), como Secretario de Educación Pública por segunda ocasión.

Algunas acciones que se pueden mencionar en esa materia son las siguientes: el Plan de Once Años, los Libros de Texto y Cuadernos de Trabajo Gratuitos, la Campaña de Alfabetización, la construcción de aulas y escuelas, la creación y mejoras de las Instituciones educativas, en todos los niveles y áreas, el aumento de número de plazas y percepciones del magisterio, etc. etc.

La Educación Superior en el período del presidente López Mateos recibió un gran impulso, apoyando a las Universidades, Escuelas Normales y el Sistema Tecnológico. En relación a este último, crea la Subsecretaria de Enseñanza Tecnológica, otorgando el nombramiento respectivo al egresado de la ESIME Ing. Víctor Bravo Ahuja; también designa a otro destacado egresado del IPN, Ing. Walter Cross Buchanan, como Secretario de Comunicaciones y Transportes; y al Ing. Manuel Moreno Torres como Director General de la Comisión Federal de Electricidad, también distinguido egresado del Politécnico.

En el sexenio de Adolfo López Mateos dirigieron el Instituto Politécnico Nacional dos prestigiados egresados, el Ing. Eugenio Méndez Docurro (1959-1962) y el también Ing. José Antonio Padilla Segura (1963-1964). Este último, por cierto, fue el fundador del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) en 1978. Sus visitas a Zacatenco fueron constantes y por ello se ha considerado como un gran amigo del Politécnico.

En ambas administraciones Adolfo López Mateos apoyó decididamente al Instituto Politécnico Nacional impulsando siempre el desarrollo profesional tecnológico y académico, destacando: las construcciones de Zacatenco en 1959, aéreas deportivas, la creación del Centro de Investigación y Estudios Avanzados, la fundación de la Escuela Superior de Física y Matemáticas, del Centro Nacional de Calculo y del Centro Cultural Jaime Torres Bodet (el inolvidable y popular Queso).

En el libro que en esta ocasión me permito comentar, escrito por el Dr. Eusebio Mendoza Ávila (1919-1999), se encuentran una serie de relatos que bien merecen ser difundidos entre la población estudiantil de México. Por supuesto que la obra literaria del Dr. Chebo, como cariñosamente le conocíamos, es muy amplia y debería encontrarse en todas las bibliotecas del país públicas y escolares. Ese es el reto de las autoridades educativas.

En su memoria la Unidad Profesional de Zacatenco lleva el nombre de Adolfo López Mateos, ubicada en los terrenos de los antiguos ejidos de San Pedro Zacatenco y Santa María Ticoman, al norte de la Ciudad de México; ahí se encuentran los principales edificios y espacios que conforman el campus principal del glorioso Instituto Politécnico Nacional, así como la gran Plaza que lleva el nombre del también del fundador del Politécnico Gral. Lázaro Cárdenas.

Gracias Ramón Carreto Soto por tu obsequio. En estos tiempos ya es difícil que alguien te regale un libro. Y lo más complicado, leerlos…

 

¡¡ Viva el Presidente Adolfo López Mateos!!

¡¡ Viva el Instituto Politécnico Nacional!!

¡¡Viva el Dr. Eusebio Mendoza Ávila!!

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