Editorial
El 19 de septiembre de los años 1985 y 2017, además del 7 de septiembre de los años 2017 y 2021, son fechas en que se han registrado fuertes sismos en México, principalmente en Guerrero. Es pues, en este mes que se celebra un mega simulacro para recordar estos acontecimientos y estar preparados ante una eventualidad como esta. Sin embargo, como lo vimos anoche, estos simulacros deben ser periódicos para evitar en lo posible las deficiencias de nuestros servicios públicos y privados. Las alarmas no funcionan, la corrupción de ayuntamientos autoriza con los ojos cerrados los planos constructivos y no supervisan los procesos constructivos con personal competente e incorrupto. No se acusa al Gobierno de los eventos inevitables de la propia naturaleza, pero la corrupción que tienen hospitales, Cruz Roja, refugios temporales, guarderías, etcétera, en extrema incapacidad de atender heridos porque los recursos son para enriquecer a los funcionarios que poco les importa la seguridad de los ciudadanos. Hay héroes, sin duda, pero ninguno es funcionario; son los rescatistas, bomberos, voluntarios… ellos son los verdaderos héroes.
