Por César González Guerrero
Faltan un poco más de 2 meses para terminar el sexenio del Gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores y considero oportuno destacar algunas acciones que benefician a la región Costa Chica. Ya habrá oportunidad para analizar lo hecho en la entidad que, sin lugar a dudas, también serán los oriundos de cada una las regiones quienes podrán emitir alguna evaluación.
Como costachiquenses somos testigos de lo que acá experimentamos en estos últimos 6 años. Y aunque no sea el espacio y tal vez ni el momento, es pertinente difundir lo que la gente comenta en los diversos lugares y comunidades de los 15 municipios de este territorio. Son algunas expresiones oficiales, públicas y privadas las que, de alguna manera, marcan los beneficios recibidos de parte del Gobierno de Héctor Astudillo.
Tal vez existan otras voces contrarias y se respetan, pero lo que sí es cierto sin exagerar, son los hechos. No podemos dejar pasar desapercibida la obra pública y social que se está realizando a esta fecha y mucho menos dejar de reconocer este avance en materia del desarrollo regional. Sería muy ingrato no apreciar una realidad y un esfuerzo gubernamental para potencializar el presente y futuro de nuestra gente y de la propia región.
En materia de gestoría social ante las instancias gubernamentales federales, queda muy clara la insistencia del Gobernador Astudillo para incrementar el presupuesto para Guerrero, en el contexto de la política de “primero los pobres”. El rezago histórico de nuestro estado ha sido factor de inestabilidad y por ello destacan los resultados favorables en esa materia. Baja el índice de inseguridad a nivel nacional, se fortalece la confianza en las instituciones de gobierno, estatal y federal, y, por si fuera poco, el Gobernador Héctor Astudillo se ha ganado a pulso el reconocimiento del Presidente de la República, de manera pública. Todo eso, y otros aspectos más, hacen que su gestión sexenal registre un saldo favorable.
Independientemente de lo anterior, debemos señalar las constantes visitas que hizo el Gobernador a cada uno de los Municipios de esta región, para inaugurar obras modestas como Hospitales, instituciones educativas, servicios públicos básicos como caminos y carreteras, etc., Así como también la entrega de apoyos diversos a los grupos vulnerables y con mayor índice de marginación social.
Los diversos sectores de la población valoran mucho la generosidad del Gobernador del estado y su señora esposa Mercedes Calvo.
Destaca, como una obra de impacto regional y nacional (y quizá internacional), la construcción de la Costera Playa Azul-Playa Ventura, en el Municipio de Copala, que, a lo largo de sus casi 20 kilómetros, su recorrido muestra la riqueza natural y marítima que disfrutamos en la Costa Chica. Desde luego, esta importante inversión del gobierno estatal, significa un gran impulso al sector turístico, comercial, ganadero y agrícola regional, razón por la cual la mayoría de los costachiquenses como gente agradecida y hospitalaria recordará siempre al Gobernador Héctor Astudillo Flores como un gran benefactor de nuestra región.
Otro referente para fortalecer la actividad turística en la Costa Chica, es el proyecto de la Costera Acapulco-San Marcos, también llamado Riviera San Marcos, con más de 16 kilómetros de recorrido. Con estas acciones nuestra región de hecho, pasará a ser el cuarto polo de desarrollo turístico de Guerrero, gracias al Gobernador Héctor Astudillo Flores.
Desde ahora, y esperamos que después del 15 de octubre, Héctor Astudillo Flores considere a Copala y la Costa Chica como su segundo lugar de origen. Gobernantes como él se necesitan en estos difíciles tiempos de pandemia y de crisis económica. Su talento y visión de futuro, hacen de su persona un ejemplo a seguir. Por ello, no es casual el hecho de que, a pesar de todo, Guerrero está en paz y trabajando, y aunque se debe reconocer que aún falta mucho para hacer, sí se avanzó.
Héctor Astudillo Flores prácticamente está cerrando su período de gobierno con buenos resultados y avances. Eso es producto de una actitud valiente y firme; producto de una formación ideológica congruente con lo que Guerrero necesita: pasión por servir y servir bien.
Con el gobernador Héctor Astudillo a Guerrero le fue bien. Es muy diferente el escenario de los primeros días de su gobierno a la actualidad. Ahora existe paz, orden y gobernabilidad. Ese es un gran mérito que se logra y debe ser reconocido. Ya veremos lo que sigue…