Editorial
Es común escuchar entre la juventud, quejarse de lo mal que está el País y nuestro estado de Guerrero en general, pero, sobre todo, centrando su enojo contra el racismo que durante su mandato perpetró Donald Trump, quien cada que puede ataca a nuestros paisanos. Sin embargo, de manera contradictoria, llama más la atención la habilidad con la que los jóvenes utilizan algunos vocablos en inglés que, por desgracia, hemos ido adoptando y ya son parte del hablar de muchos. Ahora decimos: “brother” o “bro”, para decir hermano o amigo; “cool”, para decir genial o fenomenal; “hater”, para etiquetar a una persona que tira odio en redes sociales; “relax”, para mencionar estado de ánimo relajado o tranquilo; “darling”, para referirnos de manera bella a las mujeres; “drinks”, para ir a beber a un bar. Seguramente existen muchas más, pero ¿por qué insistimos en querer aparentar algo que no somos? ¿Será verdad que preferimos cambiar a toda costa cómo nos ven sacrificando nuestra identidad? En fin, esperemos que aún existan hijos de Moctezuma y no perdidos de alguien más.
