Totalmente fuera de contexto han quedado los grupos de presuntos policías comunitarios en algunos puntos del estado de Guerrero. Fueron desplazados por la Guardia Nacional y las fuerzas armadas estatales.
Amparados en la ley 701, determinaron armarse con gran impunidad, se cubrieron el rostro con un trapo y se autonombraron policías comunitarios, así surgió la UPOEG de Bruno Plácido Valerio y el Fusdeg que solo tiene presencia en el municipio de Juan R Escudero y en Ayutla.
Estos grupos armados que siempre se movieron bajo el manto negro de la impunidad, con el paso de los años, quedaron desfasados, ahora solo sirven como adornos de las carreteras, su gran efervescencia fue de los años 2013 al 2018. Precisamente fue el ex gobernador del PRD Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien les dio todo el respaldo gubernamental y al indígena de Bruno Plácido Valerio lo hicieron ídolo de las multitudes, convertido más tarde un títere del mismo gobierno.
El retén que estaba en Petaquillas fue desmantelado, así mismo debería el gobierno de desmantelar los retenes que se encuentran en otros puntos de la zona centro, como los que están en el Ocotito, Tierra Colorada y en la Palma del municipio de Juan R Escudero.
Los tiempos ya cambiaron, los grupos de comunitarios se fueron devaluando, en el momento que sus miembros se vieron corrompidos por el mismo narco, algunos grupos fueron utilizados por delincuentes para brindarse impunidad y protegerse de la misma ley y de sus enemigos.
En las células de presuntos policías comunitarios se infiltraron los sujetos del terror, ya no se sabe a quién realmente benefician esos grupos armados, quienes se siguen cubriendo el rostro y portan armas con gran impunidad, se dicen ellos estar velando por los intereses de la ciudadanía y del pueblo de Guerrero, cuando en realidad se desconoce a ciencia cierta cuál es el verdadero objetivo de estos individuos armados.
Desde la llegada de López Obrador, trajo otra nueva mecánica de trabajo alejada al consentimiento y chantaje de estos grupos armados que según son policías comunitarios amparados en la ley 701. Es ahora urgente y necesario que se haga una limpia de estos sujetos que siguen operando en algunos lugares, están en campamentos y nadie los ha regulado por miedo a que ellos tomen la autopista del sol y hagan destrozos en las carreteras.
