Por Mariano Hansel Patricio
Con las primeras lluvias empiezan a aparecer como si se tratara de magia, miles de insectos alados que solo en este tiempo y por pocas horas podemos ver, después desaparecen, se trata de las hormigas de la especia coloquialmente conocidas como “chicatanas”.
Así ocurre con algunos personajes que se dicen políticos, aquellos que sólo cuando son elecciones se dejan ver, y que aparecen no sé dónde y en gran cantidad a pedir que los vean, que los escuchen y que los tomen en cuenta, como si ellos hubieran hecho lo mismo con el electorado al que se dirigen.
Un ramillete de aspirantes “virtuales” desfilan por las redes sociales, diciendo: ¡ya llegué!, ¡soy aquel que andaba ausente!, ¡soy la solución a tus problemas!, ¡conmigo se salvarán!, “aquí traigo unos espejitos a vender marchanta”. Los dichos y propagandas son tan variados que se vuelven graciosos por el ingenio que les imponen.
Muchos de ellos sólo se hacen los aparecidos para ver qué pescan, otros que están convencidos que pueden sacarse la lotería sin comprar boleto, igual es chicle y pega, lo cierto es que ninguno hace una propuesta seria o un planteamiento que convenza.
Esto es fácil de entender, se llaman oportunistas, arribistas. Creen que pueden ofender la inteligencia de la gente y decirse “viables” para ser candidatos de tal o cual partido político, malbaratando la política.
El 2021, está a la vuelta de la esquina, infinidad de “chicatanas” van a aparecer, pero a diferencia de las nobles hormigas arrieras, si juntas a todos estos políticos de ocasión no sirven para hacer una buena salsa.
El ciudadano de a pie como su servidor, a diferencia de la elección pasada va a analizar los proyectos que en realidad son viables, el perfil de aquellos políticos que han dado muestra de que están hechos, que han sido solidarios en estos momentos de pandemia en que la mayoría de personaje públicos estuvieron escondidos cuidándose del COVID-19 y también del dolor a su cartera, que prefirieron poner la pandemia como pretexto para ayudar.
La gente no se olvida de aquellos que arriesgaron su salud por llevar al menos ayuda alimentaria a sus conciudadanos, no olvidarán a quienes fueron a tocar su puerta y su corazón.
Para algunos políticos la pandemia les cayó “como anillo al dedo”, para esconderse y dejar de apoyar, para los que no, el tiempo les dará la razón, el pueblo es sabio, el pueblo da y el pueblo quita, sabias palabras siempre vigentes.
El nombre de “Las Chicatanas” ya ustedes los conocen, algunos son funcionarios perdidos, por los que votamos y jamás volvieron ni por la silla, otros que se dicen políticos y que jamás los viste y ahora regresan, en cada municipio hay y muchos, cada uno que se ponga el saco que le acomode. Es cuánto.