*Hay quienes aseguran que durante muchos años esta formación rocosa ha servido como un muro de contención natural
Atoyac de Álvarez, Gro., 13 de agosto de 2020.- Con el paso del tiempo, algunas familias que habitan en los márgenes del río Atoyac, particularmente en la zona conocida como el Paredón, han resistido los embates de la naturaleza y han sido testigos de las más fuertes crecientes de este cuerpo de agua que en temporada de lluvias se torna aún más caudaloso, debido a los constantes fenómenos hidrometeorológicos que afectan esta zona costera del estado de Guerrero.
Debido también a que la mayoría de los escurrimientos de agua de ríos y arroyos de la zona serrana ahí desembocan y alimentan el río Atoyac, este representa un peligro para quiénes desconocen su fuerza y turbulencia, por lo que a lo largo de la historia ha cobrado la vida varias personas, igual nativos que visitantes de forma accidental, por imprudencia o falta de precaución al no calcular los riesgos al adentrarse a las áreas más profundas para realizar actividades recreativas o la captura de especies.
El emblemático Paredón ha sido por siempre un lugar de recreación muy visitado por su cercanía con el centro de la ciudad, incluso en temporada de vacaciones se instalan algunas enramadas con venta de comida regional, sin embargo, con la actual pandemia del Covid-19, se cancelaron los convivios y celebraciones que ahí se realizaban.
Hoy el balneario está vacío, y el Paredón sigue en pie majestuoso y visible a la distancia por su gran altura; hay quienes aseguran que durante muchos años esta formación rocosa ha servido como un muro de contención natural.
El cual, ha protegido de mayores inundaciones y desastres a los habitantes de la cabecera municipal de Atoyac, donde el desbordamiento de las aguas ha provocado los mayores daños en la colonia Acapulquito y Emiliano Zapata o Morena. (Por Dimas Arzeta)