Editorial
Día con día quienes vemos, damos cuenta en las páginas de OBJETIVO Diario de que el país en que vivimos y el estado que habitamos se deteriora de una manera alarmante, no solo por el Covid-19, sino por la crisis económica provocada por la pandemia y la inseguridad. Nuestros valores están a la baja. La falta absoluta de educación, consideración y sentido de la convivencia entre ciudadanos en general es cada día más difícil y en ocasiones cruel. Marchas, protestas, plantones, tránsito vehicular, violencia y demás linduras nos demuestran que aquel ciudadano que resultaba agradable encontrar en el camino ha desaparecido. ¿Qué nos ha pasado? Nuestra educación en todos sentidos está agonizante. ¿Habrá alguna forma que nos permita recuperar aquella vida relativamente tranquila que hace algunos años teníamos? Creo que sí, cuando nuestras autoridades y nosotros mismos recuperemos la convicción de que debemos querernos como mexicanos y combatir de manera frontal la corrupción que en todos los niveles nos invade.
