Por César González Guerrero
Desde hace más de 3 meses, a raíz del surgimiento de la crisis sanitaria provocada por el COVID 19, la economía mundial presentó un desequilibrio que impactó drásticamente las economías de cada de las naciones y en consecuencia, México fue de los más afectados. Desde luego en el estado de Guerrero, como parte del territorio nacional y quienes aquí habitamos, se ha hecho el mejor de los esfuerzos para mantener la solidaridad con el gobierno nacional y estatal, acatando las medidas que implementaron.
La mayoría de la población guerrerense, hasta el momento, ha sido generosa con sus autoridades, y también respetuosa de las indicaciones oficiales, cumpliendo los protocolos requeridos. Sin embargo, se debe reconocer, que no obstante ese esfuerzo, como siempre las bajas económicas y de salud han desfavorecido a la población con menores ingresos. Ellos son la prioridad a efecto de no ser motivos de confrontaciones.
Tal vez por ello, para evitar un mayor desgaste, las autoridades han decidido aperturar el inicio de las actividades de manera paulatina, con ciertos controles y restricciones que la población también deberá acatar con disciplina y responsabilidad a partir de la próxima semana. Sin duda, la unidad de los guerrerenses continúa a prueba y se debe evitar el divisionismo.
Por supuesto que la mayor responsabilidad recae en los encargados de las diversas instancias gubernamentales, actuando y coordinando acciones que ayuden y no obstaculicen o provoquen mayores conflictos sociales.
El Gobernador Héctor Astudillo es quien dirige los destinos de Guerrero, pero las respectivas aéreas de gobierno deberán estar a la altura de las circunstancias. De lo contrario todo habrá sido en vano.
La participación ciudadana será determinante en los resultados favorables de la reactivación económica, pero más la actitud humilde y leal de los servidores públicos, y que estén preparados para capacitar y orientar a la población.
Solo a manera de ejemplo, habrá municipios con carencias financieras, físicas y materiales, pero con autoridades capaces e inteligentes para solucionar oportunamente emergencias. Al revés, habrá municipios con todos los recursos, pero con autoridades no preparadas o desinteresadas para atender a la ciudadanía. Así no se ayuda.
Si bien es cierto que el Gobernador Héctor Astudillo ha demostrado su liderazgo, fortaleza física y política, también es cierto que se observan hombres y mujeres, que como servidores públicos están alejados totalmente de la línea de trabajo del ejecutivo estatal. Se requiere la atención oportuna e inteligente de las autoridades.
Si queremos un Guerrero con una actividad económica fuerte, también se requieren servidores públicos preparados y dispuestos a apoyar al Gobernador, atendiendo a la ciudadanía con respeto y cumpliendo con sus responsabilidades. Que no se olvide el slogan: Guerrero nos necesita a todos. Ya veremos.