Por César González Guerrero
DEDICADO A MI MADRE COHINTA GUERRERO APARICIO, QUE EL PASADO 5 DE MARZO LA RECORDAMOS COMO SIEMPRE, EN EL MARCO DEL 95 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO, CON CELEBRACIONES LITURGICAS. DESCANSE EN PAZ.
Recuerdo que hace aproximadamente 60 años, mi madre Cohinta Guerrero Aparicio y mi padre Santa Cruz González Cortes (ambos ya fallecidos), y algunas gentes cronistas del pueblo de Copala, comentaban varios temas que ahora me permito compartir, como es el caso de un personaje que impactó la vida y el desarrollo regional de la Costa Chica, por ser el primer chofer que llegó a estas tierras en los años 1947-1950. Este personaje, del cual no se sabe su nombre y solamente se conoció como Chamama. Esto en virtud de que su carro, al frente de su carrocería, llevaba escrito el nombre de Chamama. Obviamente yo no lo conocí.
Posiblemente en otros pueblos de la Costa, alguien conozca el nombre de esta persona que al menos en Copala, fue muy popular y esperamos que alguien nos ayude a ubicar su nombre completo.
Mi padre me platicaba que cuando él llegó de San Marcos a Copala en el año 1946 utilizó un caballo, porque no existían más que caminos de arrieros, o “camino real”. Aun no se conocían vías carreteras de comunicación y solo se transitaba en bestias, por la llamada carretera vieja cuya ruta para llegar a Copala, eran puntos de referencia que se conocían como el Clavo-Ojo de Agua-Cruzando el Rio, hasta llegar al camino de Zavala.
Dicen que Chamama, fue un chofer-propietario de un carro viejo, de redilas, grande (dicen marca Ford), que arrancaba con una manija denominada “cran”; hombre joven, de aproximadamente 50 años y rasgos finos, y aparentemente de dinero, blanco, con una estatura cercana a los 2 metros, de bigote y barbas, éstas quizá por que duraba mucho tiempo en los lugares a donde llevaba mercancías, alimentos, bebidas, harina, telas, etc. trasladadas desde el puerto de Acapulco para surtir las tiendas que en ese entonces ya existían, como por ejemplo: “La Buena Fe”, propiedad de Don Chaco Figueroa (o González) en Copala; acompañado únicamente de un “chalan”.
Por ser uno de los pioneros del transporte en la Costa Chica, vivió las dificultades de la incomunicación pero eso tal vez, hizo que su creatividad se desarrollara a tal grado de colocar trozos de madera en medio de las llantas y encadenarlas para avanzar, en medio de los lodazales y así llegar a su destino. Regularmente duraba varios días en cada pueblo hasta terminar la venta de su mercancía y “juntar” la carga de regreso a la ciudad de Acapulco, consistente en llevar productos de la región como sal, aguardiente, copra, ajonjolí, algodón, Jamaica, etc.
Chamama puede ser considerado como el primer transportista de la Costa Chica, y solamente con el apoyo de sus familiares, si es que existen en Acapulco, así como de los cronistas de cada pueblo de esta región, podríamos determinarlo. De tal manera que quienes tengan más datos que aportar sería conveniente que, a través de esta página, se complemente este tipo de acciones que han hecho historia, a nivel regional, estatal y nacional.
Seguramente habrá personas que ya olvidaron a Chamama, pero también es posible que hay quienes aun se acuerdan de él, cuando en alguna ocasión se hace referencia a la edad de una persona, expresando la popular y célebre frase, “…eres más viejo que el carro de Chamama…”.
En otra oportunidad trataremos este importante tema, con otros personajes que se relacionan con el transporte de aquella inolvidable época como Malacate, Don Aurelio Flores (con su carro bautizado “Cielito Lindo”), Don Alfonso Guerrero Hernández (con la frase en su carro “Primero Dios”), Esteban de Cruz Grande (con una de las primeras combis bautizada “El Morrito), El Pipo, y más recientemente con la camioneta pasajera de mi padre bautizada como “La Consentida”, etc.
Hoy, al recordar a Chamama, es oportuno para quienes somos originarios de la Costa Chica y de Copala, rescatar datos históricos de este tipo de personas que sí hicieron historia en nuestra tierra, así como también de hombres y mujeres que, sin duda, conocimos a través de las pláticas o quizá de manera personal. Vaya nuestro Reconocimiento póstumo a Chamama por haberse atrevido a cruzar cientos de kilómetros en tiempos intransitables y con ello iniciar la apertura de caminos a la Costa Chica.
Ojala que las autoridades municipales de la Región, con el apoyo de los Cronistas, se interesen por rescatar parte de la historia, convocando a la ciudadanía a participar en concursos, escribir ensayos, realizar trabajos de investigación, etc., que tanta falta nos hace. Nosotros hacemos lo que nos corresponde.