Juan 5.1-9 “No tengo quien…”, fue la respuesta que dio un hombre paralítico a Jesús. ¡Estaba decepcionado, agobiado! Quizás a veces, ante una dificultad, una decepción o una prueba, decimos o pensamos: «No tengo a nadie, no hay quien me ayude, nadie que me comprenda… nadie que me ame». Mediante esta frase podemos expresar […]