Editorial
Tras la tragedia que se vivió en el Colegio Cervantes de Coahuila, donde un pequeño de 11 años de sexto de primaria disparó a una maestra, se quitó la vida e hirió a otro docente y cinco menores más, es importante no echarle la culpa a los videojuegos y educar para una nueva sociedad. Es urgente dedicar los más altos y mejores recursos humanos y materiales a la educación, principalmente en el ambiente familiar, escolar y social, que son la base de nuestro país. Hoy nuestros niños y jóvenes requieren una alianza educativa entre el mundo académico formal y el no formal, en el que se encuentra el desarrollo del arte, el deporte, el escultismo y cultural. Ellos necesitan en su tiempo no escolar, de estos espacios para encontrarse en relación, diálogo y constante encuentro con los demás, en donde puedan verificar su existencia en el bien, la verdad y la bondad. Hay que recordar que la educación es una tarea de todos, por ello es importante formar de manera integral la vida interior del ser humano.