Editorial
Sorprende el derroche del Gobierno, que aparenta ser de primer mundo y tener recursos para regalar 30 millones de dólares a Honduras y otra cantidad similar a El Salvado. Diputados y senadores continúan con sus prestaciones millonarias, los partidos siguen con financiamiento multimillonario, tenemos un avión presidencial que seguimos pagando y no se puede vender, giras presidenciales, presupuestos millonarios de imagen y publicidad de Los Pinos, etcétera. A contracara, lucimos como país subdesarrollado donde no otorgan suficientes recursos para damnificados e infraestructura dañada por desastres naturales, tenemos un Seguro Social desaparecido donde las mujeres tienen que dar a luz en el jardín o la calle. Dejan a los organizaciones, huachicoleros y feministas hacer desmanes que afectan a empresarios y comerciantes, quitan presupuestos de dependencias para tapar agujeros del presupuesto y empleados e iniciativa privada tienen que ser austeros para mantenerse y pagar impuestos porque, si no, van a la cárcel por evasores. Qué bonito es México.