Editorial
El parasitismo social de la burocracia alcanza su culmen con la redistribución de la riqueza en el Paquete Económico del año 2020. Sólo importa continuar con la rapiña para seguir derrochando y continuar con los privilegios y dispendios de la clase política de los tres niveles de Gobierno y diversos poderes y sus cómplices como, por ejemplo, los líderes sindicales. El sacrificio es sólo para los causantes cautivos, no para ellos. Pretenden reducciones al campo, el turismo y los servicios médicos, pero ellos no siembran, viajan al extranjero y gozan de seguros de gastos médicos ilimitados. Nuestros representantes se quejan de la inseguridad, pero ellos siguen con sus caravanas de autos lujosos y blindados. No se toca el financiamiento a los partidos políticos o reducir los escandalosos sueldos de ministros de la Corte, secretarios de Estado, diputados, senadores y presidentes municipales. No se hace ningún planteamiento para rendir cuentas o castigar la negligencia y construir un aparato gubernamental eficiente. Al parecer han olvidado que la revolución francesa y la americana empezaron por impuestos y crisis económica.