Editorial
¿Qué está pasando en nuestro México lindo y querido? Vamos descendiendo en todos los rubros a pasos agigantados: el peso se sigue derrumbando. La economía se va a pique. La inflación aumenta notablemente. Las marchas y actos vandálicos se generalizan. Las reformas energética, financiera y educativa fueron un ejemplo de cómo el gobierno de Enroque Peña Nieto pretendía dar un cambio en legislación para propulsar a las áreas productivas, económicas y sociales al mismo tiempo y en menos de 120 días, lo que resultó una falacia. Lo anterior en la actualidad sería totalmente inusual, ya que los actuales legisladores de México no se caracterizan precisamente por su amplio sentido de debate y un elevado nivel de análisis, mucho menos por su adaptabilidad para cambiar rápidamente de un tema a otro. Es comprensible la intención de cambiar tantos años de retraso del PRI y PAN pero, como bien lo dice el dicho, “despacio que traigo prisa”, ya que en el tema del desarrollo socioeconómico del País se debe analizar profundamente cada lineamiento para acelerar el progreso de nuestra Nación.
