Editorial
Las lluvias que hemos padecido en esta época realmente han azotado a varias partes del País, pero, en el estado de Guerrero nos han dejado indefensos ante la cantidad de agua y basura que circulan como auténticos ríos desenfrenados en las principales ciudades. Es primordial que los ciudadanos hagamos conciencia sobre el daño tan grande que se provoca al tirar indiscriminadamente la basura a la calle. Además de la cantidad histórica de lluvia que nos ha latigueado con el paso de la tormenta tropical “Narda”, el desazolve sigue siendo un gran pendiente porque aunque las autoridades limpien los ciudadanos siguen arrojando basura. Lamentablemente millones de litros de agua de las lluvias, literalmente, se van al caño. Urge que se hagan las obras para recaudar esos millones del preciado líquido, del cual una gran parte de la población carece, especialmente “los pobres”. Ahora que Andrés Manuel López Obrador no ha anunciado ninguna obra de trascendencia para nuestro estado, ojala el presidente le haga justicia a Chilpancingo y no engañe como lo hizo Enrique Peña Nieto en campaña. Todos nos merecemos tener acceso al agua, pero si no la captan con obras bien planeadas seguiremos siendo rehenes de los piperos, los políticos y la corrupción.