Editorial
Momentos históricos se vivieron ayer en la Ciudad de México con el arribo de normalistas de Ayotzinapa, acompañados de estudiantes de otras normales del país y familiares de los 43 desaparecidos, que se manifestaron de manera pacífica. Llamó la atención, que muchas de las madres de familia, al recibir reclamos de automovilistas que están hartos de las manifestaciones en la capital de país, preguntaban: “Si ustedes tuvieran un hijo desaparecido, ¿qué harían?”. La verdad, no sabemos. Pero lo que sí sabemos es que no trataríamos de perjudicar a terceros. Debe ser muy pesado no tener certidumbre del paradero de nuestros hijos, pero hay formas y modos de manifestar nuestros pesares. Para empezar, no debería haber actos delictivos para reclamar actos delictivos. Bloquear autopistas y calles, tomar rehenes y robar autobuses, así como bloquear las casetas de peaje son delitos y vemos que las autoridades no hacen nada. Es cierto que no pueden quitarles el derecho a manifestarse, pero qué pasa con la mayoría de la población a la que se le quita el derecho al libre tránsito. Hoy se cumple el quinto aniversario de la desaparición de los normalistas en Iguala. Esperemos que se manifiesten sin interrumpir el curso normal de los demás ciudadanos.