Editorial
El que Rosario Robles, Carlos Ahumada y Juan Collado sean vinculados a procesos, por revanchas políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, por los “video escándalos” que en su momento hicieron público estos tres personajes, es un asunto personal. Los mexicanos exigimos que los delincuentes disfrazados de gobernadores y servidores públicos sean enjuiciados, que devuelvan todo lo que les han robado a los mexicanos y que se les dé el castigo que ameritan sus actos. ¡Es increíble el grado de corrupción e impunidad que hubo en sexenios pasados! ¡Es increíble que sean las mismas autoridades las que hacen lo imposible para que los que desfalcan a la Nación queden impunes como sucede ahora! ¿Por qué será que evaden cumplir con su deber? ¡Será obviamente que son cómplices! Cada vez es más evidente la impunidad de los servidores públicos de nuestro País. Esperemos que la denuncia periodística y las publicaciones ciudadanas en las redes sociales vayan acotando ese libertinaje y se complemente con verdaderas autoridades que acaben con ese círculo vicioso de la corrupción y la impunidad.