Editorial
El pasado 15 de mayo dio inicio formalmente la temporada de lluvias en México, y específicamente en Guerrero, los embates de la naturaleza ya se han dejado sentir con lluvias con vientos fuertes que han dejado inundaciones y casas sin techo. Sin embargo, sean típicos o atípicos, todos los fenómenos de la madre naturaleza podrían ser menos dañinos si la mayoría de la población tuviésemos un poquito de cultura preventiva, algo de civilidad y un ápice de sentido común. Cada año vemos gente morir, y casas, puentes e infraestructura destruidas por la fuerza de la naturaleza… y no aprendemos; aunque nuestra vida y la de los nuestros estén en peligro inminente. Si los gobiernos de los tres niveles no cumplen con la obligación de prevenir a la ciudadanía en tiempo y forma, a nosotros nada nos cuesta hacerlo. México será otro el día en que todos jalemos parejo para sacar al buey de la barranca.
