Texto enviado por Alfredo Bustos Ruiz de la Iglesia Nacional Presbiteriana Conservadora “El Buen Pastor”.
Ubicada en 16 de Septiembre N° 27, en el Centro de Chilpancingo, Gro.
En muchos países europeos, el número de urgencias es el 112. Es gratuito, e incluso puede marcarse si un teléfono móvil no tiene crédito. ¡De verdad es un número de urgencia!
Dios, nuestro Creador, también pone a nuestra disposición un número de urgencias: 50 15, es decir, el versículo 15 del Salmo 50, mediante el cual nos hace esta invitación: “Invócame en el día de la angustia”. No dice: quizá pueda ayudarte. Al contrario, afirma: “Te libraré”.
No existe situación en la que él no pueda intervenir; no hay necesidad a la que no pueda responder. Pero tenemos que dejar que obre según su perfecto conocimiento, sin olvidar que siempre busca el bien de los que confían en él.
“Invócame”: Primeramente se trata de orar.
Ninguna persona que clama a Dios con sinceridad queda sin respuesta, sin ayuda, sin socorro. Dios invita a cada uno a contarle todas sus dificultades, incluso la angustia más profunda, la que es causada por la conciencia de ser un pecador.
“Te libraré”: Dios responderá a todo el que se dirige a Él con fe. Su Hijo, Jesucristo, vino a la tierra para traer la paz y dársela a todos los que creen en Él. Él mismo nos dice: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14.27).
“Tú me honrarás”: Finalmente, después de la respuesta divina, viene la acción de gracias… que tan a menudo olvidamos.
Pongamos nuestra confianza en Dios, invoquémoslo y Él cumplirá su promesa: “Te libraré”.
Yo soy Dios, el Dios tuyo
Salmo 50.7
Invócame en el día de la angustia: te libraré, y tú me honrarás.
Salmo 50.15