Contáctanos

Denuncia

tacita

pan

Anunciate

DE LA UNIVERSIDAD AL TRABAJO, UNA TRANSICIÓN INESPERADA

  • Por Diario Objetivo
  • 12/12/2019
  • Comentarios desactivados

Por Julio Cesar Cortez Jaimes

“De pronto me di cuenta que había terminado mi carrera profesional y no sabía qué hacer, la desesperación y el estrés ahogó mis pensamientos”

En esta ocasión quiero compartir con ustedes un tema que preocupa y ocupa en gran medida a las universidades públicas, sociedad y gobierno que se mantienen pasmados de los resultados y de lo que ocurre con los jóvenes universitarios que egresan cada año de las Instituciones de Educación Superior (IES), que es precisamente el proceso de inserción laboral, es decir, la etapa transitoria de la universidad al trabajo.

Para analizar este asunto desde mi punto de vista complicado, se han realizado diversos estudios que señalan que los egresados de las universidades mantienen una deficiente acumulación de prácticas y conocimientos que son necesarios para facilitar la incorporación al mercado laboral y como resultado carecen de experiencia para enfrentar los retos que esta transición escuela/trabajo implica.

El contexto laboral está sumamente marcado por la globalización económica y como consecuencia a los cambios en la economía del conocimiento, puesto que hoy en día no se requieren grandes extensiones de tierra, o un gran número de trabajadores, ni siquiera la producción de petróleo para general riquezas, la base de la economía es la producción de conocimientos, que con el uso de la innovación y las tecnologías producen una mayor competitividad y capacidad productiva insuperable.

En países desarrollados se observa que, en este proceso de transición de la escuela al trabajo, existe una relación muy marcada entre la educación y desarrollo económico, se sustenta en que los sistemas económicos impulsan el empleo y buscan hacer más eficientes los procesos productivos.

¿Qué ocurre con los egresados de las Instituciones de Educación Superior? Luego de cubrir su plan curricular y culminar su etapa de formación profesional el egresado universitario se enfrenta a la competencia laboral debido a los escasos y reducidos puestos de trabajo, la subcontratación (externalización, tercerización o mejor conocido como outsourcing), un esquema de salarios mal pagados, la globalización, las nuevas tecnologías, la especialización, etcétera.

Bajo estas circunstancias, poseer un título universitario tiene un peso relevante para obtener un empleo que por lo general ha sido un requisito fundamental, sin embargo, dada las condiciones existentes en el campo laboral, esto no es suficiente, se requiere necesariamente de experiencia y nuevos conocimientos en cuanto a innovación y a las tecnologías de la información, ya que el mundo laboral cada día tiene una mayor complejidad e incertidumbre.

En efecto, las Instituciones de Educación Superior (IES), ofrecen una cantidad enorme de conocimientos, pero desafortunadamente limitan el conocimiento sobre los problemas fundamentales del ser humano y su entorno. Las IES en particular y la Universidad en general tienen la enorme función de promover la discusión de valores éticos y construir el conocimiento social, interno y externo, ampliarlo, restituirlo a la sociedad y reproducirlo de tal manera que haya un mayor aprovechamiento, por lo cual la universidad debe tener una interacción con su comunidad y buscar las condiciones para que su modelo educativo sirva como recipiente de su propuesta pedagógica y contribuya a abatir las desigualdades sociales.

El modelo educativo de la UAGro está adecuado a las circunstancias, es decir, la introducción de las competencias en su proceso educativo es una respuesta inmediata a la necesidad de alinear la formación profesional con el mundo laboral. Entonces ¿Cuáles son las deficiencias que podrían identificarse y que generan pocos resultados? ¿Cómo entender por ejemplo que en las aulas universitarias se sigue enseñando a la antigüita?, lejos de innovarse y utilizar lo más avanzado de las tecnologías de la información, muchos docentes se sumergen en su mundo de contradicciones, por un lado, exigen a sus Alumnos un mayor conocimiento y por el otro buscan entender y aplicar los nuevos conocimientos surgidos de la globalización, la innovación y modernización tecnológica. Un caso muy patético es el de los Contadores Administradores que se les enseña el proceso contable sin utilizar ningún sistema computarizado de contabilidad (ya sea el CONTPAQ, el COI u otro similar) lo que estaría generando en los futuros egresados enormes desventajas para su incorporación al mercado laboral y enfrentar la competencia profesional de egresados de otras instituciones.

En este contexto, la mayor preocupación es el escenario profesional en el que se desenvuelve y forma al egresado. Un ambiente muy alejado de la práctica profesional y sumamente politizado en donde prevalece la simulación, la improvisación y la corrupción académica, donde el docente prefiere anteponer sus intereses familiares y personales a ser capaz de influir y fortalecer la formación del futuro profesionista. No intento generalizar este punto de vista, pero es visible que se dé esta desviación, que desorienta el proceso educativo en algunas Facultades y Escuelas de Educación Superior.

Una propuesta que modifique las condiciones del escenario educativo es la permanente revisión del perfil de egreso para adecuar los programas educativos a las condiciones del mercado laboral, en el caso de los Contadores, Administradores, Economistas, Ingenieros, etcétera, sería conveniente un periodo de prácticas en el sector público y privado (empresas y dependencias de gobierno) para desarrollar competencias profesionales que trasciendan de lo teórico a lo práctico, es decir, pasar a los futuros egresados a escenarios reales. Por lo tanto, se deben de implementar urgentemente todas las acciones necesarias que coadyuven a su transición al mercado laboral.

Para sustentar los argumentos dados con anterioridad, se podría profundizar el tema en cuestión. La limitación de este espacio solo me permite defender el modelo educativo por competencias de la UAGro con un enfoque hacia la calidad educativa, sin embargo, se debe de agregar ingredientes fundamentales que transformen la realidad existente, dicho modelo debe de ser el medio que contribuya al bienestar social, que permita la formación de universitarios que sean capaces de actuar con astucia, destreza y eficacia ante diferentes contextos, que sean capaces de transferir esas competencias a situaciones nuevas, que resuelvan dificultades y actúen propositivamente que entiendan las condiciones de cambio propios a su campo profesional. En suma, esto implica formar universitarios socialmente útiles, comprometidos y competentes que sepan realizar una actividad personal, laboral y profesional.

Comentarios y sugerencias: juliocesarcj@gmail.com

Anterior «
Siguiente »

Economía

Clima