Editorial
Por más carreteras artesanales que venga a inaugurar el gobierno federal en las regiones Montaña y Costa Chica de Guerrero, el rezago social y la delincuencia no disminuirá sino viene acompañado de recursos económicos para generar fuentes de empleo. Desafortunadamente, el problema de la inseguridad tiene causas multifactoriales y no se podrá solucionar únicamente considerando el punto de vista policial, sacando el ejército a las calles o actuando con la Guardia Nacional. Aunque la impunidad fuera del cero por ciento, seguiría dándose el crimen, pues la economía mexicana hace años que no genera suficientes fuentes de empleo y con la pandemia del Covid-19 la situación se agravó. Es lógico considerar que la mayoría de los que delinquen lo hacen por necesidad, no por gusto. Otro factor a considerar son los valores y la educación que damos a nuestros niños y jóvenes. Si ambos son cada vez de peor calidad, ante situaciones duras se vuelve más fácil irse por el camino del crimen. Mientras no entendamos eso, no habrá estrategia que solucione el problema de fondo.
