Editorial
El transporte en público en Chilpancingo es un caos. Los taxistas no tienen una tarifa reglamentada y te cobran a su entender, que puede ser hasta 50 pesos la mínima a tan solo unas cuadras o 150 en colonias aparatadas de la capital. Las urvans tienen saturadas las angostas calles y muchas lucen viejas y en pésimas condiciones. Sin duda esto afecta a los capitalinos, pero sobre todo de los guerrerenses, ya que, por ser la capital del estado, esta ciudad es visitada por habitantes de todas las regiones que acuden a realizar trámites diversos a las dependencias de gobierno. Además de que también alberga a estudiantes universitarios de todas las regiones. Para muchos es más que sabido que los universitarios viven al día. Casi la mitad proviene de familias que viven con menos de dos salarios mínimos, de tal manera que todo eso les impacta. Por lo que esta coyuntura servirá a los capitalinos para plantearse la pregunta de si es tiempo de probar con una nueva modalidad de transporte, como lo sería el proyecto Chilpanbús.