Unos de los problemas que enfrenta en este momento la educación en el estado de Guerrero, es vivir en la incertidumbre generada por la pandemia y las políticas educativas que viene implementando la SEG, lo que si se tiene certeza es que el rezago educativo se ahonda porque se sigue trabajando de manera virtual en la que las expectativas son pocas de adquirir un buen aprendizaje.
No se tiene certeza en estos momentos de cómo se iniciará el próximo semestre, si habrá clases presenciales híbridas o definitivamente se estaría trabajando de manera virtual y a distancia todo el semestre que dará inicio en el mes de febrero del presente año.
Eso es lo más triste, que, en nuestro tiempo, la educación de miles o millones de niños, jóvenes y adolescentes, ahora está sujeta a los caprichos de un virus. Si aumentan los casos, se modifica la operatividad educativa, en caso de que en los últimos 10 días disminuyan los casos de infectados por Covid 19, se pudiera pensar en que se estaría regresando a clase hibridas en cada una de las escuelas y otra cantidad de alumnos estarán tomando clases a distancias por medios de las plataformas digitales.
Aunque el temor a contagiarse sigue latente en todos los ámbitos sociales, no tan solo en las escuelas, es importante recordar que, aunque no haya clases presenciales como lo establecen los planes de estudios, la gente anda en la calle como si nada y para ello no hay edades. Pues andan circulando en lugares públicos niños, adultos, ancianos, jóvenes, hubo lugares concurridos masivamente como sucedió con la feria de Chilpancingo y otros eventos que se están organizando dejando por un lado el problema de la pandemia y todas sus consecuencias que tiene de por medio.
El asunto ahora se ve muy difícil de poder sortear, más en el ámbito educativo, toda vez que no se tiene nada claro de cómo van a funcionar las cosas en los próximos días, todo lo que viene, estará a consideración de los movimientos epidemiológicos; eso de los semáforos que anuncian el comportamiento del virus es solo una fachada porque la circulación de la gente no cesa ni se controla, prácticamente ya no se toman en consideración los colores de esos semáforos. Por lo tanto, se tiene que poner un poco más de orden y claridad en torno a las políticas educativas del presente y el futuro para no seguir en la falacia y la simulación de las autoridades educativas.