Editorial
Pese a las medidas ambientales, la contaminación aumenta cada día más en las principales urbes de nuestro país, pero principalmente en la Ciudad de México. Según las autoridades de la CDMX, esta contaminación se debe a los vehículos automotores que circulan por ella. ¿Por qué entonces, no gravar con un impuesto el combustible que usen esos vehículos? El gravamen se generaría en la bomba de suministro individual y se agregaría al precio como se hace con el IVA en otros rubros. Medida no política, entonces decir la verdad: La contaminación la causa la política. Tan es político este asunto que ahora resulta que hay varios legisladores comprando coches eléctricos (¡carísimos!, por cierto) con el fin de poder circular todos los días, ya que el transporte público sólo lo utilizan para la foto. ¿Es realmente necesario que circulen a diario nuestros congresistas? No tendríamos objeción si implementaran “Un Día sin Diputados”. La verdad es que ellos nunca han visto por el interés del País, sólo ven por el suyo propio, así que no gasten en coches caros para poder circular. Los únicos que notarían su ausencia serían los restaurantes de lujo.