Editorial
Para el ciudadano común es muy complicado conseguir un auto para sus necesidades y resulta peor el viacrucis si se vive en la Ciudad de México. Los capitalinos tienen que pagar tenencia o refrendo anual, dos verificaciones cada año, cambio de tarjeta de circulación cada tres, servicios y afinación para mantener el coche en buenas condiciones y evitar que contamine, y un seguro, por si tienen algún percance. A pesar de todo esto, ahora resulta que son los culpables de los problemas de contaminación. Muchos cumplen con todo lo anterior y hay otros que no lo hacen y que pasan la verificación mediante una “mordida”. Parece que considerar a todos iguales es injusto. Resultaría innecesario que se endurezca el Hoy No Circula, cuando el gobierno de la CdMx no dice ni una palabra sobre los bloqueos, marchas y plantones que se padecen todos los días, los cuales afectan la calidad del aire y la vida de todos los que ahí viven ¿Será que los que participan en esos movimientos representan la fuerza electoral de las personas que toman esas decisiones?
