Editorial
Que la diputada de Morena, Estrella de la Paz Bernal se haya convertido en burla nacional al ser exhibida desde la transmisión oficial del Congreso local, por no saber leer, solo nos refleja que la LXIII Legislatura no está a la altura de las circunstancias que le toca vivir. Los curules no lo ocupan las mejores personas, ni las mejores mentes, ni mucho menos las mejores cualidades éticas y morales. Los actuales diputados, que por inexpertos no se les puede llamar legisladores, llegaron a sus cargos -no solo los de Morena, sino del PRI y PRD-, en razón de afinidades personales y tráfico de influencias. Están allí personas que no comprenden lo que leen y no conocen ni los distritos que representan. Personas que no saben ni escribir una carta sin faltas de ortografía. Personas que hasta antes de ser diputados no tenían ni idea de lo que significa poder público, democracia, filosofía política, política en el sentido de ciencia. La mayoría, antes de tomar protesta ni siquiera sabían que existía algo llamado Constitución federal ni local, y por supuesto, jamás las han leído completa. Pobre Guerrero, pobre Poder Legislativo.
