Editorial
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) perdió su esencia al defender proyectos neoliberales y que sus egresados ya no tienen una formación enfocada en servir al pueblo. Aunque las palabras del presidente fueron lastimosas para la comunidad universitaria y académicos, la realidad es que, la máxima casa de estudios sea convertido en un territorio libre para desastres políticos y actos porriles. Sería importante que se analice la autonomía universitaria, ya que su creación era solo la libertad de cátedra. Nuestros alumnos de las instituciones educativas y profesionales requieren protección, ya que siempre habrá alguien que quiera alborotar al país y es la mejor forma de llamar la atención. El cambio es indispensable. Libertad de cátedra no es autonomía para desorden y problemas, es libertad para aprender y conocer todos los sistemas que el hombre ha diseñado y usado a través de la historia.