Editorial
Cuando creíamos que ya habíamos vivido todo lo impensable en nuestro apaleado Guerrero: inseguridad galopante (en donde, por desgracia, nos hemos acostumbrado a ver muertos por todos lados), exalcaldes sin escrúpulos que dejan a sus municipios en bancarrota, políticos corruptos enriquecidos a costa del pueblo y que se pavonean sin castigo alguno, el peso tambaleando frente al dólar y nuestros funcionarios federales declarando que no hay crisis. Y como cereza del pastel, la exalcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, buena como abogada, pero inepta para gobernar; y ni hablar del pleito que ya se carga la presidenta de Atoyac, Clara Bello y su síndico, Noé Juárez, quienes, a unos días de tomar protesta, ya cargan andan en disputa política en el ayuntamiento. Ni modo, increíble pero cierto. ¿En qué país vivimos? ¿En manos de quién está nuestro futuro, nuestro presente y el de las nuevas generaciones?
