Editorial
Es una lástima que la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la desigualdad social que predominan en el País no las combatan con eficiencia y seriedad los Gobiernos de todos los ámbitos. Se aprecia que expolíticos, exfuncionarios, así como quienes están activos, en los gobiernos los protegen. Lo anterior, después de que se viralizaran las fotos de Emilio Lozoya -implicado en la corrupción de Pemex en el gobierno de Peña Nieto- cenando en un restaurante de lujo de la Ciudad de México, gozando de los beneficios de su trato con el actual gobierno. La justicia es para el que tiene amigos, conocidos y cómplices. Si robas 100 pesos, te meten a la cárcel, pero, si robas miles de millones de pesos y sabes cómo repartirlos, estarás en el lugar correcto, y todavía gozando de una pensión a costillas de los que robaste, o sea, los mexicanos. Ya no hay más que decir. Impunidad y corrupción totales en México desde las esferas políticas más altas. En nuestro país, la corrupción no se castiga, se tiene una democracia muy desprestigiada. Las misiones de estos gobiernos están incumplidas.
