Editorial
Sucede en varios municipios guerrerenses que varias personas que participaron en las campañas políticas están decepcionadas. Según listas que se filtran en redes sociales de futuros servidores públicos, dicen, es claro que han podido más las recomendaciones, que los méritos en campaña. En estos días, tanto los que anhelan un cargo o alguna chamba municipal como los futuros alcaldes y alcaldesas andan desesperados. Los primeros quieren ser tomados en cuenta desde ya, y los segundos, están recibiendo información en el sentido de que los alcaldes salientes les dejarán las cajas vacías. Difícil reto para los alcaldes y alcaldesas que llegan el 30 de septiembre a tomar las riendas de sus respectivos municipios, pues tendrán que echar uso de la imaginación para tratar de atender y de resolver las principales demandas de los ciudadanos, así como también en seleccionar a sus colaboradores y a empleados de tercer y hasta de cuarto nivel. Deberán de tener en cuenta que el servicio público es más allá de suma de voluntades. Es saber de institucionalidad. De unificar criterios. Tener metas comunes en beneficio de los ciudadanos, no de unos cuentos.