Por César González Guerrero
Como se sabe las 7 regiones del estado de Guerrero tienen cada una de ellas, sus propias características que las convierten en grandes potencialidades para alcanzar el pleno desarrollo de la entidad.
Por supuesto que todas deben ser consideradas en el proceso de la planeación del desarrollo.
Seguramente habrá oportunidad para que los encargados del diseño, instrumentación y aplicación de las políticas del desarrollo regional tendrán la última palabra.
Si ya existe un diagnóstico histórico de la problemática de nuestro estado, es la hora de demostrar que existe una verdadera opción de gobierno capaz de resolver los asuntos pendientes.
Como se ha dicho, lo primero es continuar y mantener la estabilidad política y social; superar los índices que determinan el bienestar de la población; fortalecer los aspectos elementales de la economía; disminuir la estadística que impacta y lastima a la sociedad guerrerense. Todo esto implica el continuar la consolidación del cuarto polo de desarrollo turístico de la Costa Chica.
Si hay condiciones a nivel nacional para apoyar a Guerrero, como se dice en los discursos, no hay duda de que pasaremos de los 3 últimos lugares al menos a una mejor posición en la tabla que mide el desarrollo de las 32 entidades del país.
Se entiende que 6 años no son suficientes para alcanzar los avances que Guerrero necesita, pero también se debe conceder el tiempo razonable para ver hasta donde el pueblo de Guerrero está decidido a salir de su ancestral atraso.
Si hay resultados favorables es porque la obligación gubernamental así lo exige. Si no se logra cumplir los propósitos de un gobierno que ofrece altas expectativas de progreso, sin duda, la ciudadanía estará en una grave situación de incertidumbre y desilusión.
Por lo que se refiere a nuestra región, la Costa Chica, se debe insistir en la reiterada petición muy atenta de una mayor atención para aprovechar la existencia de sus recursos naturales y la gran diversidad productiva.
Desde el municipio de Juan R. Escudero hasta Cuajinicuilapa, se pueden localizar grupos sociales que conviven y disfrutan de todas las actividades folclóricas, artesanales, agrícolas, ganaderas, pesqueras, comerciales, turísticas, mineras, etcétera, que se multiplican e interactúan.
En medio de la tristeza y alegría los costachiquenses también exigen soluciones a demandas de años como la terminación de los trabajos de modernización de la carretera Acapulco-Huatulco; optimizar los beneficios de la Presa Revolución Mexicana; construcción y pavimentación de caminos y carreteras que comunican a lugares con vocación turística; construcción de hospitales estratégicos con especialidades; rehabilitación de edificios escolares; modernización y disminución de tarifas del servicio de energía eléctrica; implementación de un programa de apoyo a los caminos de saca cosecha; apoyar y fomentar el cooperativismo; fortalecer el apoyo a las mujeres y jóvenes estudiantes; atender las necesidades de los grupos vulnerables; tecnificar y apoyo crediticio al campo; impulsar apoyos a los grupos de la tercera edad; modernizar y apoyar con el servicio gratuito de Internet; etc.
La población costachiquense Guerrerense está comprometida y dispuesta a participar en este proceso de desarrollo, porque apostarle a la Costa Chica es apostarle a Guerrero. Y si gana Guerrero ganamos todos. Ya veremos.
