Editorial
En las elecciones pasadas no se pudo vencer al abstencionismo, ya que apenas poco más del 50 por ciento de los electores no salieron a votar, muchos de ellos, porque no pudieron tramitar a tiempo su credencial de elector. Es recurrente la insistencia de las autoridades de poner trabas para que los ciudadanos no puedan cumplir con sus obligaciones y a la vez ejercer sus derechos. La exigencia del INE de un acta de nacimiento actualizada y certificada para poder tramitar la nueva credencial de elector puso en un predicamento a los ciudadanos, sobre todo a personas de la tercera edad que, por haber nacido fuera de Guerrero o comunidades alejadas, les fue imposible recurrir a para actualizar el trámite, pues simplemente tales archivos han desaparecido. La posibilidad de obtener el acta de nacimiento actualizada se estrecha aún más al no contar con la boleta del bautizo que pudiera servir de referencia para comprobar la existencia de determinada persona. Simplemente, sin un acta de nacimiento y este comprobante, uno no existe en este País. En fin, el burocratismo una vez más hizo de las suyas en nuestro país.