Por César González Guerrero
Ya se hizo costumbre ver a nivel mundial, nacional, estatal, regional, municipal y de comunidades, como la política en lugar de unificar divide, ver cómo algunos contendientes en lugar de promover la generosidad y solidaridad promueven el egoísmo y la guerra. Esa lamentable realidad se debe terminar.
Es momento de destacar lo positivo que tiene algún candidato o candidata, y no como tradicionalmente se ha hecho, buscar aspectos negativos que denigran no solo a los aspirantes a gobernar, sino que se denigra también la parte acusadora.
Más allá de las discrepancias ideológicas y de colores partidistas, en Guerrero se necesita de una nueva cultura política que promueva los valores y principios fundamentales de toda sociedad. Nada se gana con atacar a los adversarios políticos y mucho menos promoviendo la separación de familias y amistades por situaciones políticas que muchas veces llegan al extremo de ser “enemigos gratuitos”. Al final de cuentas quienes triunfan tienen la obligación de atender a toda la sociedad.
En ese contexto, se deben aceptar las circunstancias políticas, económicas y sociales, a nivel nacional y en Guerrero en lo particular, para emitir un juicio de opinión con respeto y tolerancia, sin que nadie se ofenda y menos se moleste.
Si bien es cierto que en el escenario político cualquier candidato o candidato tiene posibilidades de ganar, también es cierto que la gente en edad de votar está analizando los movimientos que cada uno de ellos realiza, tanto en su vida personal como en lo público. Y por si eso fuera poco, también se valoran otras características que impactan en el sentimiento de las personas, en la familia, como en los diversos sectores que conforman la sociedad guerrerense, por ejemplo: formalidad, propuestas, experiencia, etc.
Es común, en estos tiempos de campaña electoral, escuchar y observar el comportamiento de los candidatos, su discurso, el conocimiento de la problemática de Guerrero y sus posibles alternativas de solución. Pero eso no es suficiente como para ganarse la confianza del elector en estos tiempos de crisis económica y de salud. Es precisamente este el principal motivo por el cual la mayoría de la gente está decidiéndose a favor de Mario Moreno Arcos, a escasos días de la elección el próximo 6 de junio.
Ahora la gente analiza y reflexiona su voto, revisa su realidad y por supuesto con el apoyo de los diferentes medios de comunicación, hace un comparativo de todo lo que dicen los candidatos.
Efectivamente el discurso del odio y la confrontación no ayuda a Guerrero, pero sí perjudica porque divide y obstaculiza el desarrollo de los pueblos. Además, la experiencia nos indica que el divisionismo siempre ha sido factor de atraso para Guerrero y en esta coyuntura política se debe evitar. En ese aspecto destaca la propuesta de Mario Moreno de promover el Respeto, ante todo, como premisa fundamental para avanzar juntos por el bien de Guerrero.
Desde luego que también se debe privilegiar la Unidad como parte esencial de todo trabajo que busca el bienestar común, ya que solamente así se alcanzan resultados favorables. Sin unidad no hay progreso. Ya veremos.
