Editorial
Seguramente muchos mexicanos están hasta la coronilla de enterarse con mucha frecuencia en todos los medios de comunicación de los abusos de los legisladores, gobernadores, ediles, delegados, partidos políticos, autoridades electorales, magistrados y demás abusivos del erario de la Nación. Extraordinarios y ofensivos gastos de viajes, alimentos, “asesores”, arbitrarios aumentos de salarios, cafecitos, gastos médicos, “ayudantes”, peluqueros, choferes más un sinfín de etcéteras y nadie hace nada para cambiar un ápice los cínicos abusos. Ojalá, algún día iniciamos la mañana leyendo que todo esto se terminó, que los abusivos “servidores públicos” y sus encubridores terminen tras las rejas, aunque después se fuguen de la cárcel o sus compadres en el sistema judicial los exoneren. ¡Ya basta de servirse con la cuchara grande mientras los de a pie nos vamos a la cama con la panza vacía y amanecemos más hambrientos y con sed de venganza!