Editorial
Ahora que están de moda los “gasolinazos” disfrazados de “ajustes en el precio”, deberíamos de considerar que, si tomamos en cuenta el consumo de gasolina en la Ciudad de México, en lugar de construir una refinería, resultaría conveniente subsidiar los autos eléctricos y solares, mientras bajan de precio, a los residentes de dicha área. Se evita la necesidad de construir refinerías y poco a poco se puede ir sustituyendo el parque vehicular con vehículos que no contaminen. En este caso, se resuelven dos problemas por demás importantes: al reducir el consumo de gasolinas, la Ciudad cada vez estará menos contaminada; además, poco a poco se va estableciendo la infraestructura necesaria para recargar los vehículos eléctricos. La Ciudad será más atractiva al turismo y las muertes por contaminación del aire se reducirán de manera importante. Sería también conveniente que los vehículos se construyeran en México por la creación de empleos. Además, se terminaría el Hoy No Circula.