Editorial
Para dejar al descubierto el nivel de civilidad de una sociedad, basta con observar cómo actúan cuando se disputan el poder. Lo anterior por lo que sucede en nuestro país, ya que a pesar de que se nos quiere vender la idea de que somos una humanidad muy civilizada, específicamente en Guerrero, las temporadas electorales son una muestra clara de cómo andamos en civilidad. Una de las cosas que hemos visto durante las campañas electorales de este año han sido la creciente violencia política para acceder al poder. Ahí están las pruebas: la muerte de un precandidato del PRD a la alcaldía en Chilapa; las constantes denuncias de acosos sexual y violación contra Félix Salgado Macedonio; las agresiones a los candidatos a las alcaldías en Taxco y la Montaña. Por si fuera poco, en los medios de comunicación los partidos políticos no tienen nada que valga la pena para ofrecer a la sociedad. Sin duda a México le falta mucho para ser civilizado y desarrollado.
