Por César González Guerrero
Como seres humanos pasajeros en la vida, hombres y mujeres de todas las edades, jamás esperamos la muerte, aunque sí sabemos que es seguro que llegará ese día fatal. La muerte no tiene fecha, tampoco hora; la muerte es parte de la existencia universal y no se sabe en qué circunstancias llegará. De eso estamos totalmente convencidos y a pesar de no desearlo todos partiremos a la eternidad.
Hoy, en un punto crítico de la pandemia del COVID, sabemos que hay cientos de muertes de familiares, amistades y desconocidos que nos causan dolor y tristeza, desesperación y angustia, impotencia y llanto. En todo el mundo la fatídica estadística causa temor a pesar del surgimiento de la esperada vacuna. Nada nos garantiza seguir vivos. Pero sí estamos con la fe y esperanza de no morir, al menos por COVID.
Este día 26 de enero del 2021, la Comunidad Politécnica guerrerense nuevamente pierde a uno de sus distinguidos miembros, me refiero al prestigiado economista Esteban Espinosa Peza, quien ocupó diversos espacios académicos y profesionales con dignidad y orgullo. Principalmente en nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Guerrero, la Secretaria de Educación en Guerrero, etc, siempre demostrando su capacidad y pasión por la educación. Autoridades Estatales de diferentes períodos, amigos personales, compañeros de trabajo, hermanos Politécnicos, etc, somos testigos de ello y así lo Reconocimos en vida. Reconocimiento que está gravado en la historia de Guerrero para satisfacción de su estimada familia.
Afortunadamente, para nosotros sus hermanos Politécnicos y quizá para otros más, en vida le ofrecimos nuestro respeto, cariño y valoramos todos sus atributos y con toda seguridad Esteban, donde quiera que esté, está satisfecho de su obra como formador de nuevas generaciones de profesionales. Nosotros que aún estamos vivos, tenemos la responsabilidad de que, si algo queda pendiente, vamos a continuar su ejemplo de tenacidad, esfuerzo y compromiso, para cumplir con Guerrero. Y es que hasta el final de nuestra existencia nos impulsa el lema de nuestra Casa de Estudio el Instituto Politécnico Nacional es y será: La Técnica al Servicio de la Patria.
Por supuesto que el aspecto solidario del Maestro Esteban llegó a todos los rincones de Guerrero, y solo ejemplifico el caso de su presencia, junto a su inseparable esposa Leonor, en eventos luctuosos de la Familia González Guerrero y González Molina en mi tierra Copala. Ocasiones que fueron oportunas para intercambiar experiencias acerca de la filosofía existencialista, con respecto a la fragilidad del ser humano. Como todos o casi la mayoría de los humanos, había temor a la muerte, pero también, resignación a lo que podría suceder en algún momento.
A mí en lo personal me queda grabado en mi celular sus respuestas cuando le escribí en abril del 2020: “…espero estés bien Esteban…”; contestándome: “…así es estimado César estoy bien en casa. Saludos…”, “…buenos días y a seguir con la cuarentena…”. Todo fue inútil.
El mejor homenaje a nuestro entrañable hermano Politécnico y colega economista, será refrendar nuestra decidida participación en la solución de los problemas que aquejan al estado de Guerrero. Coadyuvar, desde nuestra modesta trinchera, debe ser la tarea pendiente de concluir por Esteban Espinoza Peza.
La comunidad Politécnica de Guerrero sí está de luto, pero en pie de lucha.
¡¡Un Huelum en memoria del Maestro Esteban Espinosa Peza!!
¡¡Huelum, Huelum, Gloria,
A la cachi, cachi, porra,
A la cachi, cachi, porra,
Pin, pon, porra,
Pin, pon, porra,
Politécnico, Politécnico, Gloria!!