Editorial
En repetidas ocasiones, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, ha dicho que “nuestro país no sería más justo sin elecciones, (pues) estaríamos sujetos a la arbitrariedad del más fuerte y a los riesgos de que el acceso a cargos del gobierno se resuelva recurriendo a la violencia política”. Sin embargo, de acuerdo a la realidad que la radiografía política del país nos permite percibir, el objetivo de las autoridades federales debería ser un México más justo. Hasta ahora somos muchos los que pensamos que el país no solo es injusto, sino muy injusto, por lo tanto, ese debería ser el objetivo de las autoridades: buscar cómo hacer más justo el país. Por eso, no hay pretexto suficiente para que la violencia, la pandemia o intereses políticos impidan la realización de elecciones en Guerrero, pues de lo contrario se estaría violando un derecho fundamental de los guerrerenses. Sin embargo, no es lo mismo que unas elecciones no se logren a causa de que la mayoría de la ciudadanía decida no hacer valer su derecho en las casillas.