Editorial
A pesar de la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19, se sigue hablando mucho del rescate de la temporada decembrina en Acapulco, Taxco e Ixtapa-Zihuatanejo, sin embargo, la inseguridad podría ser un detonante que impida el arribo de turistas. No solo con mayor número de efectivos de la Gendarmería Nacional ante eventos importantes será como se logre la tan ansiada paz en Guerrero. Hay que trabajar mucho más en distintos aspectos, como superar el problema de las policías locales de los municipios con vocación turística. Sin duda, antes de la pandemia cada que había magnos eventos en Acapulco como la Convención Nacional Bancaria, el Tianguis Turístico o el inicio de vacaciones se realizaban despliegues policiacos impresionantes, pero después volvía el puerto a su realidad cotidiana, por lo que se requiere acciones constantes antes del arribo de visitantes. También ha dejado mucho que desear el trato a los turistas, con incumplimiento en cuanto a reservaciones y el despotismo con el que tratan en algunos hoteles condicionando el hospedaje a más noches de alojamiento, lo cual no dudo se deje estas vacaciones, por lo que la PROFECO debería prever un operativo, en lugar de seguir como elefante blanco, pues la pandemia no será el único “Grinch” que arruine las fiestas de fin de año.